3 pasos para comenzar la planificación centrada en decisiones.

Planificación centrada en decisiones

Muchas empresas se enfrentan a la falta de coordinación entre departamentos y la baja eficiencia en sus operaciones. Si también es tu caso, quédate en este blog, porque vamos a hablarte de la planificación centrada en decisiones. Este enfoque mejora la eficiencia operativa al optimizar procesos y recursos, reduciendo costos y aumentando el rendimiento.

La planificación centrada en decisiones también facilita la toma de resoluciones más informadas y alineadas con los objetivos estratégicos, permitiendo una rápida adaptación a los cambios del mercado. Además, fomenta la colaboración interdepartamental, optimiza el inventario y proporciona mayor visibilidad y control sobre las operaciones, resolviendo problemas comunes de gestión y ejecución.

Pero, ¿qué es planificación centrada en decisiones?

La planificación centrada en decisiones es un enfoque que prioriza la toma de decisiones informadas y alineadas con los objetivos estratégicos de una empresa. Este método utiliza datos y análisis para optimizar los procesos operativos y estratégicos. Mejora la eficiencia y la capacidad de respuesta de la empresa ante la variación de la demanda y otros cambios del mercado.

Al enfocarse en decisiones operativas, la planificación centrada en decisiones facilita una mejor coordinación entre departamentos, promueve la colaboración y proporciona una visión integral de las operaciones, lo que permite una gestión más efectiva y una adaptación más rápida a los cambios del mercado.

Primeros pasos para implementar la planificación centrada en decisiones.

En el reciente Gartner Supply Chain Symposium/Xpo™ 2024 celebrado en Barcelona, los expertos destacaron la importancia de adoptar un enfoque de planificación centrado en la toma de decisiones, aunque admitieron que representa un cambio significativo.

La tradicional Planificación de Ventas y Operaciones (S&OP) puede parecer obsoleta para las dinámicas actuales de las cadenas de suministro, que son rápidas y volátiles, pero esta metodología formal aún forma parte esencial del funcionamiento interno de muchas compañías. La rutina mensual de decisiones y reuniones de S&OP fomenta la colaboración eficaz. Sin embargo, iniciar la transición hacia una planificación enfocada en decisiones puede ser un reto intimidante.

Por ello, Gartner sugiere empezar gradualmente. La gestión del cambio resulta más manejable cuando se modifican procesos específicos en lugar de transformar toda la organización simultáneamente.

Entonces, ¿cuál es el primer paso que podría aumentar sus probabilidades de éxito?

Un error inicial puede tener consecuencias duraderas en todo el proceso de transformación. Los analistas de Gartner recomendaron comenzar con la Ejecución de Ventas y Operaciones (S&OE). En esta área es posible lograr beneficios rápidos sin necesidad de un extenso proceso de gestión del cambio.

Además, no es necesario restringirse a las definiciones y plazos tradicionales de S&OE; cualquier decisión operativa puede incluirse en la primera fase de una planificación centrada en decisiones.

Por otro lado, las decisiones operativas ofrecen un punto de entrada más accesible para la implementación de la planificación centrada en las decisiones. Estas decisiones se toman con más frecuencia y más cerca de la acción, involucrando inicialmente a menos partes interesadas. A continuación, se presentan las razones por las cuales este enfoque es ventajoso:

  • Practicidad: Las decisiones operativas son parte integral del flujo de trabajo diario. Al integrar la planificación centrada en las decisiones a este nivel, el proceso se amalgama con las operaciones existentes, haciéndolo menos disruptivo y más natural de adoptar.
  • Impacto inmediato: Las mejoras en las decisiones operativas suelen tener resultados visibles en corto plazo. Esta retroalimentación rápida es crucial para ganar apoyo interno y demostrar la eficacia del nuevo enfoque.
  • Gestión de cambios más sencilla: Al involucrar a menos personas que las decisiones financieras, las operativas simplifican la gestión del cambio. Este alcance reducido facilita la capacitación de usuarios y la optimización del proceso antes de considerar su expansión a áreas más amplias de la organización.
Otro paso esencial es la optimización operativa.

En el ámbito operativo de las empresas, la planificación centrada en las decisiones presenta múltiples oportunidades para mejorar la eficiencia y la respuesta a desafíos emergentes. A continuación, exploramos tres escenarios clave donde las decisiones operativas son fundamentales:

  • Ajustes en la cadena de suministro: Anticipar posibles perturbaciones, como una huelga prevista con meses de antelación, es crucial para una planificación proactiva. Aunque la huelga pueda ocurrir dentro de un año, las decisiones operativas tempranas son esenciales para mitigar los riesgos y ajustar los planes de manera efectiva. Estas decisiones pueden incluir estrategias como la diversificación de proveedores o el incremento de inventarios de componentes críticos.
  • Gestión de inventarios: Los ajustes periódicos del inventario, basados en pronósticos de ventas y tendencias del mercado, son vitales para mantener niveles de stock óptimos. Por ejemplo, si se detecta un aumento inesperado en la demanda de un producto que no estaba previsto, las decisiones operativas pertinentes podrían incluir un aumento anticipado del inventario para evitar desabastecimientos.
  • Programación de la producción: La determinación de los cronogramas de producción basada en la demanda actual, los tiempos de entrega y la disponibilidad de recursos asegura una utilización eficiente de los mismos y satisface las demandas de los clientes de manera efectiva. Una decisión operativa podría ser ajustar los volúmenes de producción o modificar los horarios de turnos para responder a las demandas cambiantes, sin sobrecargar a la fuerza laboral ni a los recursos disponibles.
Desde operaciones hasta la organización completa.

Iniciar con decisiones operativas no solo brinda resultados inmediatos, sino que también sienta las bases para extender la planificación centrada en decisiones a lo largo de toda la organización. A medida que el proceso demuestre ser exitoso, se pueden incorporar gradualmente más departamentos y decisiones de mayor complejidad.

  • Crecimiento orgánico: Al involucrar desde el inicio a los equipos de la cadena de suministro, se forma un núcleo de usuarios que comprenden y promueven el enfoque centrado en la toma de decisiones. A medida que estos equipos interactúan con otros departamentos, como ventas o finanzas, la integración de estos últimos puede realizarse de manera orgánica y progresiva, en lugar de mediante una imposición top-down.
  • Mejora iterativa: Empezar con pequeñas acciones permite la realización de mejoras iterativas. Antes de una implementación a gran escala, es posible afinar el proceso de toma de decisiones, las herramientas y las técnicas utilizadas, asegurando así una transición más robusta y efectiva.
  • Fomento de la cultura: A medida que más personas experimentan los beneficios de este enfoque, se promueve una cultura organizacional que privilegia la toma de decisiones informada y basada en datos. Este cambio cultural es fundamental para facilitar la adopción de decisiones estratégicas y financieras más complejas en el futuro.
  • Impulso sostenido: Es vital mantener el impulso inicial. Los primeros éxitos deben celebrarse y utilizarse como casos prácticos para demostrar el valor de la planificación centrada en decisiones, promoviendo su adopción más amplia a través de la organización.

Iniciar el camino hacia la planificación centrada en la toma de decisiones no tiene por qué ser una tarea abrumadora. Comenzando con decisiones operativas, se aprovecha un punto de entrada que es práctico, impactante y manejable. Este método no solo proporciona resultados inmediatos, sino que también establece una base firme para extender esta práctica a lo largo de toda la organización. A medida que se incorporan decisiones más complejas y se expande el alcance, se fortalece la creación de una organización resiliente y adaptable, equipada con una sólida capacidad de decisión, preparada para afrontar los desafíos futuros.

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